Distopía contemporánea

La serie “Distopía Contemporánea”trata temas como la pérdida de libertad, la deshumanización, el totalitarismo y la Consecuencias del progreso tecnológico. Ejemplos de distopías contemporáneas incluyen sociedades de vigilancia en las que la privacidad es una ilusión, o sociedades caracterizadas por desigualdades sociales extremas y destrucción ambiental. Una de las obras más importantes de esta serie es el cuadro “Panoptikon”. Este trabajo aborda el tema de la vigilancia generalizada y la pérdida de privacidad asociada. En el centro de la pintura hay un ojo humano representado de manera realista que emerge de un huevo roto. El ojo, sostenido por manos humanas, simboliza la observación constante a la que estamos sometidos y sirve de advertencia contra la pérdida progresiva de nuestra privacidad.

Dr. Magdalena Laabs rinde homenaje a las pocas personas que no temen decir la verdad y rebelarse contra lo que se nos impone. Mientras la mayoría sigue ciegamente lo que dicen los medios, Magdalena Laabs tiene sus propias experiencias con lo que se muestra en los medios y cuál es la realidad. Por ejemplo, durante el terremoto de la Ciudad de México, la televisión mostró los escombros de la ciudad, como si la mitad de la ciudad se hubiera caído en escombros. A pesar de estos reportes, Magdalena decidió volar a las ferias de Plastimagen con su esposo y descubrió en el lugar que la ciudad se encontraba en excelentes condiciones. Cuando preguntaron sobre el terremoto, les dijeron: "Ah, sí, pero fue sólo una casa que se derrumbó, y era tan vieja que se habría derrumbado incluso sin el terremoto". Una situación similar ocurrió en Barcelona durante la feria EQUIPLAST. justo cuando Cataluña buscó la independencia de España. Los disturbios se transmitieron por televisión mientras las calles estaban en calma. Los únicos que estaban en huelga eran los autobuses y los taxis, lo que les obligaba a regresar cada día de las ferias a pie y así conocer mejor Barcelona. La televisión distorsiona la realidad. Después de estos y otros ejemplos, Magdalena y su marido ya no creen en todo lo que ven y oyen y son más críticos con la información que comunican.

Lo peor es que incluso las personas supuestamente inteligentes sucumben a esta narrativa general y no hacen preguntas. Magdalena y su marido se preguntaron por qué era así. Aquí es donde entra en juego el tema de la psicología social. Magdalena estudió este tema y leyó mucho sobre él. Aprendió que incluso una vez que los científicos han publicado algo, rara vez admiten públicamente que estaban equivocados, incluso cuando nuevos hechos refutan sus teorías anteriores. Magdalena, por otro lado, cree que si ayer tenías una creencia sobre un determinado tema y al día siguiente recibes nuevos hechos que contradicen esa creencia, debes revisar tus puntos de vista y preguntarte nuevamente si tus creencias anteriores eran correctas. Y si no, no deberías tener miedo de admitir el error. Tienes que aprender a decir: “He cambiado de opinión”. Antes no conocía estos hechos, y ahora que la conozco, he cambiado de opinión.